Tras el proceso de reordenación bancaria las entidades financieras en nuestro país comenzaron una sangría de despidos que se correspondía con el proceso de ajuste duro necesario en un sistema bancario tocado y con graves peligros sobre sus espaldas. Sin embargo, si pensábamos que esta reducción de puestos de trabajo la banca ya se habría moderado, nada más lejos de la realidad, de hecho, según un informe sobre el sector financiero realizado por FeS UGT durante el primer semestre del año la banca de nuestro país perdió 6753 puestos de empleo.
En este proceso, durante el citado periodo de tiempo han sido Santander y Sabadell las dos entidades con un mayor recorte, en el primero de los casos suprimiendo 2063 empleos mientras que en el segundo con la eliminación de 1537 puestos de trabajo.
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En cualquier caso ha sido una tendencia generalizada, por entidades la siguiente en volumen de reducción de plantillas ha sido Catalunya Caixa que redujo su plantilla de 752 empleados, CaixaBank que lo hizo en 533 y BBVA que prescindió de 526 empleados. Por su parte, Bankia realizó un realiza una reducción de 303 personas, mientras que,BMN hizo lo propio con 273, y, Abanca con 259 despido y Caja 3 con 119 cerrarían el grupo de entidades con más de 100 despidos en su cartera durante los seis primeros meses del año.
Por debajo cualquier caso seguirían prácticamente todas las entidades financieras, además, teniendo en cuenta el volumen de negocio y de empleados con despidos proporcionalmente elevados. Las únicas excepciones serían por un lado grupo popular que a pesar de su envergadura prescinde tan sólo de 86 empleados, mientras que las dos entidades que no sólo no han reducido plantillas si no que las han ampliado han sido Bankinter, creando 71 nuevas contrataciones y CajaMar con un volumen de contratación testimonial de sólo cuatro puestos de empleo generados.
El análisis global del sector desde el inicio de la crisis en 2008 es, desde el punto de vista del empleo, desolador, se han perdido 63,500 empleos, lo que en la práctica vendría a suponer un ajuste cercano al 23.5% de todos los puestos de trabajo, al mismo tiempo se han reducido de manera drástica el número de oficinas, cerrando más de 12,000 sucursales, lo que, según el citado informe, ha generado un grado de concentración de entidades financieras muy elevado.
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