La morosidad del crédito de los bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito a familias y empresas residentes en España subió en febrero al 8,15%, un nivel que no alcanzaba desde hace 18 años, en concreto desde mayo de 1994. Esto quiere decir, que realmente la situación morosa bancaria está en crisis.
Cifras:
Según los datos del Banco de España, en cifras absolutas, el crédito impagado batía un nuevo récord en febrero, al situarse en 143.815 millones de euros de una cartera total de 1,763 billones, que se mantenía en trayectoria descendente por cuarto mes consecutivo. También los datos indican que los establecimientos financieros de crédito (EFC), que conceden básicamente préstamos para el consumo de bienes como viajes, coches o televisores, permaneció por tercer mes consecutivo en el 8,39 %.
Con este nuevo repunte, el ratio de impagados se quedó en febrero a sólo un punto porcentual de su máximo histórico, que fue del 9,15 % y se alcanzó en febrero de 1994, aunque hay que tener en cuenta que entonces la cartera crediticia era muy inferior, ya que sumaba 260.581 millones de euros.
El ratio de mora del sector financiero español se elevó dos décimas en febrero respecto al mes anterior, cuando se situó en el 7,91%, aunque el repunte se frenó ligeramente, ya que en enero había crecido tres décimas respecto a diciembre. Asimismo, este nuevo aumento de la mora es el octavo mensual consecutivo, tras la ligera caída que se produjo en junio, cuando este ratio bajó desde el 6,48% al 6,41%.
Comparativa:
En febrero de 2011, el porcentaje de créditos impagados se elevó en casi dos puntos, ya que entonces se situaba en el 6,190%. La cartera de dudosos, creció en 31.235 millones de euros en doce meses, ya que en febrero de 2011 había 112.580 millones impagados. Los créditos dudosos de los establecimientos financieros se situaron en 3.480 millones de euros, 36 millones menos que el mes anterior, en tanto que el crédito total que tenían concedido cayó a 41.466 millones, frente a los 41.899 millones de enero.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la institución internacional plantea la necesidad de que la eurozona profundice en sus planes para una unión monetaria más integrada fiscal y financieramente, así como en la reestructuración bancaria y refuerce la gestión de la crisis. El FMI recomienda adoptar una política monetaria «suficientemente acomodaticia», así como acometer reformas estructurales para mejorar la competitividad y la competencia. De este modo, la institución identifica la necesidad a corto plazo de establecer un cortafuegos financiero creíble y de profundizar en la reestructuración de la banca.