Después de unas semanas agitadas ya es definitiva la salida de la dirección general de SAREB de Walter Luna que venía ostentando dicho cargo desde la configuración, hace poco más de un año, de la cúpula directiva de la entidad.
Esta salida escenifica el conflicto interno en la cúpula directiva del banco malo representado en las diferencias que el citado Luna ha mantenido, prácticamente desde el inicio de la actividad de la entidad, con la presidenta Belen Romana, según recogen prácticamente todos los medios de comunicación citando fuentes cercanas a la entidad.
No estamos pues ante un proceso nuevo, de hecho la salida del director general coincidirá en el tiempo con la salida del director de activos financieros, mientras que, el pasado verano se producía también la salida del director de procesos y reporting de la entidad, procedente igual que Walter Luna de ING y respondiendo, del mismo modo que éste, a los perfiles técnicos que se demandaron para la cúpula de SAREB tras la designación de Romana.
Toca pues una profunda reestructuración de la ejecutiva de la entidad que debe comenzar nada menos que por la dirección general tras un año de máxima actividad en el que la entidad absorbió 50.000 millones de euros en concepto de activos inmobiliarios tóxicos que procedían de la nacionalización de determinadas entidades así como de aquellas capitalizadas con ayudas del fondo de rescate europeo.