Cuando hablamos de colocar nuestro dinero en renta fija parece que se trata de una opción monolítica, sin matices, sin embargo, la renta fija puede ser pública o privada y esto es algo en lo que no solemos detenernos muchas veces, y que sin embargo aporta matices importantes a la inversión.
Vamos a tratar de conocer un poco más sobre ambas opciones, de manera que, cuando se nos proponga una inversión o producto de ahorro basado en renta fija privada o pública, sepamos distinguir ambas opciones y lo que suponen.
La renta fija pública
Es más conocida, y probablemente a la que nos referimos siempre que hablamos de renta fija ya que, al menos para el inversor de a pie, es la más común.
Habitualmente se va a tratar de valores que emiten los estados u organismos públicos. Los valores emitidos de esta forma son negociados en el Mercado de Deuda Pública en anotaciones. En el caso de nuestro país, el organismo rector es el propio Banco de España.
Vamos a encontrar como principales productos de renta fija los siguientes:
- Las letras del tesoro: se trata de activos emitidos por los tesoros públicos y orientados a corto plazo. Toman la forma de letras que se emiten con plazos de tres meses en tres meses, y que pueden ir de tres meses hasta dieciocho meses. Venimos habitualmente a considerar esta opción como una de las más seguras en primer lugar porque se trata de valores a corto plazo, y segundo lugar porque esta misma característica hace que las variaciones sean pequeñas en el precio. Obviamente la rentabilidad suelen ir conforme al riesgo que presenta.
- Los bonos y obligaciones del Estado: se trata de bonos que se orientan al soporte de la deuda pública, y por tanto, se emite desde los propios gobiernos. Sus características son iguales a las letras del tesoro, aunque, la diferencia fundamental estriba en los periodos de vigencia. Lo más normal es que estos bonos pueden ir desde los tres años hasta los cinco años. Del mismo modo que en el caso anterior suelen tener consideración de inversión segura.
¿Podrías gestionar tus finanzas sin los bancos? en este artículo exploramos el tema.
La renta fija privada
Como su propio nombre indica se trata de valores de renta fija emitidos por particulares, generalmente por empresas. Estos valores han de haber sido registrados en la CNMV con sus correspondientes folletos, algo que no ocurre en la renta fija pública, o, cursar la información necesaria para su regulación.
Aunque parece que existe menos oferta de renta fija privada, no sólo no es así sino que además es incluso más variada en cuanto a la forma que puede adoptar:
- Los pagarés de empresa: en este caso como inversores vamos a participar, bien a través de su vasta o, de negociación directa entre inversor y entidad financiera. Se trata de valores que se emiten al descuento en los que la rentabilidad viene dada por la diferencia entre el precio al que hemos adquirido el pagaré y el valor nominal que posee.
- Cédulas hipotecarias: que son emitidas por sociedades de crédito hipotecarias o entidades crediticias.
- Obligaciones subordinadas: a diferencia de las obligaciones simples, la subordinadas se crean en un escenario jurídico en el caso de quiebra o procedimiento concursal del emisor.
- Cédulas territoriales: se trata de visiones muy similares a las cédulas hipotecarias pero, en este caso, se relaciona con la emisión de préstamos y créditos de las administraciones y organismos.
- Titulizaciónes hipotecarias: una opción que se genera a través de la venta o entrega de activos de un particular, de una empresa, en la búsqueda de financiación.
Si te preocupa que algún producto financiero te esté aplicando una clausula abusiva en este post te contamos cómo detectarlas y qué hacer cuando las descubres.
¿Es segura la renta fija?
Casi siempre que se nos ofrezca la renta fija se hará bajo el prisma de tratarse de inversiones seguras. Es cierto que, comparadas con otras opciones, los riesgos de la renta fija son bajos, pero estos riesgos existen. De hecho, mal controlados, sobre todo por imprevistos, pueden acabar siendo dañinos ya que no se esperan.
Realmente los riesgos de la renta fija son más de uno, y se agrupan en cinco grupos.
El primero de ellos sería el riesgo sobre interés. A un bono a un año le van a afectar los tipos a dos años pero no le afectara a los tipos a 10. Por tanto, cuando compramos un bono debemos siempre analizar qué parte de la curva de tipos le va a afectar porque, como ha ocurrido no hace mucho, nos podemos encontrar con un escenario con los tipos de interés a corto plazo bajando pero los tipos de interés a largo plazo subiendo. Esto mejoraría la cartera de bonos pero empeoraría la de obligaciones.
Aunque puede parecer un riesgo no tan claro, el riesgo de inversión tiene importancia y hay que considerarlo. Se trata de la influencia que puede llegar a tener al final de la vida del producto la decisión de dónde colocar tu dinero. Si los tipos de interés han reducido, nos imaginamos que en las rentabilidades y los cupones de las nuevas ofertas también habrá una reducción. Esto sobre todo se puede dar el inversor a largo plazo. Queda claro cuando si durante el proceso de evolución los tipos van bajando a subir el precio. Esto aumentará la presión en la venta del bono, que de manera subsidiaria nos puede llevar a la reinversión en bonos con rentabilidades inferiores debido a la caída de tipos.
Estos dos serían los más importantes dentro de los riesgos que tiene la renta fija, pero, como decíamos podrían agruparse realmente en cinco grandes grupos que serían los siguientes:
Riesgo de Interés |
|
Riesgo de Inversión |
|
Riesgo Tipos Volátiles |
|
Riesgo Tipo de Cambio |
|
Riesgo Inflación |
|
One response to “Renta fija pública y privada”