Con el paso del tiempo, los problemas causados por los intereses hipotecarios, así como los gastos de formalización y todas aquellas vinculaciones que se exigen a este tipo de operaciones, han ido mejorando. No obstante, todavía queda mucho camino para poder poner fin a estos y otros tantos problemas que los usuarios tienen a menudo con las entidades bancarias.
Es innegable que gracias a las mejoras realizadas en relación con los problemas bancarios que ya hemos mencionado, el número de reclamaciones a los bancos ha descendido notablemente. De esta forma, durante el pasado año 2019 se recibieron un total de 14.638 reclamaciones, lo que supone una bajada del 25,7% respecto a 2018.
Esta caída se debe especialmente a las pocas quejas que se han dado en relación a las hipotecas. Por otro lado, podemos observar como las reclamaciones en torno a las tarjetas han ido ganando terreno en este sentido.
Cómo ha sido las reclamaciones a los bancos
A pesar de esto, durante el pasado año la mayor parte de las quejas realizadas por clientes de entidades bancarias, siguió siendo hacia las hipotecas, aunque estas han ocupado un porcentaje total del 30,5%, a diferencia del 54% dado en 2018, o del más de 81% que llegaron a alcanzar en 2017.
La situación ha ido recuperándose año tras año a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo, en la que quedaba clara la falta de transparencia en el momento de comercializar hipotecas con la cláusula suelo. Asimismo, la Corte de Luxemburgo que instaba a devolver la cantidad de dinero que se le había sido cobrada al cliente injusta, y también el decreto aprobado por el Gobierno en 2018 que aclara quién debe pagar los gastos de formalización, ayudaban a solventar poco a poco este tipo de conflictos entre entidad y cliente.
En segundo lugar, nos encontramos con que las quejas más frecuentes suelen ser las relacionadas con las cuentas y depósitos, que durante 2019 han aumentado hasta un 19,5% en comparación con el 14,5% que se dió en 2018. El tercer puesto lo ocupan las reclamaciones por tarjetas, que han ocupado un 17,9% del total, desde luego encontrándose súmamente por encima del 9,5% dado hace dos años.
Si nos centramos únicamente en el tema de las tarjetas, podremos observar que algunas de estas reclamaciones se deben a las condiciones de comercialización de las tarjetas revolving, un tipo de plástico que permite al cliente aplazar el pago de sus compras. Entre el resto de quejas relacionadas con las tarjetas también se encontraban fraudes informáticos derivados del creciente uso del pago con tarjeta en los diferentes comercios en internet del país.
Respecto al total de reclamaciones que llegaron hasta el Banco de España a finales de 2019, que recordamos eran un total de 14.638, la mayor parte de ellas ni siquiera fueron admitidas, mientras que otras simplemente no pudieron continuar el recorrido legal porque la información era incompleta o se trasladó a otros organismos, como puede ser la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
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