¿Prescriben las deudas con los bancos?

Las deudas con los bancos son un preocupación importante en las economías familiares. Se trata de unas deudas que, por los intereses acumulados pueden convertirse en un problema grave. ¿Pero prescriben?

Una de las peores cosas que le pueden ocurrir a nuestras finanzas personales, son las deudas. De hecho, se trata de un error en el que acabamos cayendo gran cantidad de familias a lo largo del año, más de los que llegamos a pensar.

¿Prescriben las deudas?

Sin duda alguna, las deudas son nuestra peor pesadilla en cuestión de finanzas personales. Todos las temen, ya que limitan (y mucho) nuestra economía personal. No obstante, ya sea por falta de información, por capricho o por cualquier otro tipo de razón, ya se trate de una deuda que se acumula con el tiempo o que no genera intereses, los usuarios caen en este error más de lo que nos atrevemos a pensar.

Por ejemplo, el hecho de abandonar una compañía de internet sin pagar el recibo porque nos han ofrecido un trato y unas condiciones de pago que dejaban mucho que desear (situación muy común hoy en día), ya implica generar una deuda con la que nos colocarán muy probablemente, en una lista de morosidad de la que sólo podremos salir si abonamos la deuda al completo.

Existen numerosas creencias erróneas acerca de las deudas. Una de ellas, es la de creer que absolutamente todas las deudas prescriben, cuando esto realmente no es así. Nadie está libre de contraer una deuda, y una vez que la tenemos, las consecuencias a sufrir pueden ser muy graves, no es un asunto del que desentenderse porque “ya prescribirá”.

Precisamente a raíz de que hoy en día podemos realizar contratos de todo tipo, debemos tener conciencia sobre las acciones que realizamos y los productos que contratamos. Si se encuentra fuera de nuestras posibilidades, aunque nos lo ofrezcan a plazos, debemos dejarlo pasar y no actuar por capricho. Es importante responsabilizarse de los pagos que se asumen, porque de lo contrario, las deudas pueden aumentar de forma exagerada a lo largo del tiempo, y para cuando nos demos cuenta ya será demasiado tarde.

Las deudas bancarias

Algo que sí es verdad es que existen determinadas deudas que al vencer un plazo de tiempo estimado, prescriben. Pero se trata de una excepción que apenas se da en las deudas, porque como ya hemos mencionado, la gran mayoría incluso van aumentando a medida que pasan los meses y los años.

Además también es conveniente saber que, aunque una deuda prescriba, puede reactivarse con el tiempo. En especial aquellas deudas relacionadas con embargos o instancias judiciales.

Lo que sí es posible es renegociar las deudas si no ha pasado un gran periodo de tiempo desde que se contrajeron, para poder llegar a un acuerdo con la compañía y abonar dicha deuda en forma de pagos mensuales, por ejemplo. Algo que es mucho más sencillo que dar todo el dinero de golpe, sobretodo en el caso de que la deuda sea de un precio considerable.

En el caso de que la deuda sea con una entidad bancaria, la situación ya adquiere cierta gravedad extra. Cualquier deuda bancaria es reclamada tarde o temprano, de manera que esta si que no prescribe, ni fácil ni difícilmente. Se reactivan de manera automática por los bancos correspondientes, es posible que nosotros nos olvidemos de ella, pero la deuda va a seguir ahí en todo momento.

Por lo tanto, ya sea una deuda contraída con una compañía o una entidad bancaria, lo mejor es asegurarse de abonarla cuanto antes, porque a larga sólo nos va a causar problemas y dolores de cabeza que, aseguramos, nadie quiere tener.