Ya es una realidad que las entidades financieras de nuestro país comienzan a introducirse en el medio grado de la gestión automatizada. Esta es una tendencia creciente que, con bastante probabilidad, verá como en los próximos años las principales entidades bancarias competirán en este segmento. Trataremos de entender por qué.
En la actualidad ya tenemos a las entidades financieras desembarcando en el segmento de la gestión automatizada. Lo podemos comprobar con Bankinter a través de PopCoin u Openbank con su plataforma Openbank Wealth, donde la subsidiaria de Santander propone un servicio de gestión automatizada de inversión.
Vamos a tratar de entender los motivos por los que esto está ocurriendo y dónde está el interés en la gestión automatizada tanto por parte de los bancos, como por parte de los clientes reflejado en la creciente demanda.
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El concepto con el que nacieron a primeros de siglo los gestores automatizados de inversión pasiva es muy básico, pero a la vez muy eficaz: si se participa en la inversión indexada, que ya de por sí tiene costes bajos, a través de modelos automatizados que rebajan los gastos de gestión, se puede tener un producto barato, y con una relación entre riesgo/rentabilidad muy atractiva debido a la reducción de costes.
Hay que recordar que la inversión indexada es la que trata de replicar el comportamiento de un índice en lugar de superarlo. Esto significa que replicar a la propia composición del índice, por lo que no necesita de una gestión activa constante (la modificación de este tipo de productos puede realizarse con carácter trimestral o incluso semestral).
Por otro lado, el funcionamiento automatizado permite que todas las tareas de balancear las carteras, ajustar los porcentajes y el peso de las acciones, etc. sean realizadas por sistemas automáticos que reducen los costes. Incluso la pre determinación de las características del usuario como inversor se realizarán a través de cuestionarios que los orientarán a los perfiles preconfigurados.
Y a todo lo anterior hay que sumar una evolución en la cual los gestores automatizados están ofreciendo resultados muy interesantes de mercado, permitiendo comenzar a invertir a partir de cantidades asequibles de dinero. Algo que antaño no era posible en los fondos indexados donde el límite de entrada resultaba muy elevado.
En definitiva, gestión sencilla, inversión a partir de poco dinero, costes muy reducidos en relación a otro tipo de inversiones como los fondos activos, y una proyección de rentabilidad atractiva. Estas son las cartas de la gestión automatizada.
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La respuesta también es realmente simple: hay un enorme potencial de negocio. Debemos tener en cuenta que las generaciones de nativos tecnológicos ya se están incorporando al mercado laboral, y en los próximos años supondrán un porcentaje creciente de usuarios de productos de ahorro e inversión.
Para estos perfiles operar a través de Internet, y la confianza en los sistemas tecnológicos, la automatización, los algoritmos, etc. es cotidiano y no supone una asunción de dudas que, sí le supone a un inversor medio actual.
El potencial de mercado futuro es evidente, así como lo es el crecimiento de estas plataformas en los últimos años. Obviamente, los bancos buscan negocios nuevos relacionados con los servicios financieros y este es sin duda uno de los negocios a seguir en los próximos años.
