Era una cuestión cantada. Haciendo una similitud con aquello de no remuevan las aguas del estanque que hacen olas, se daba por sentado que los seis grandes bancos internacionales señalados por la Comisión Europea como los que manipularon los tipos de interés interbancario iban a aceptar la multa multimillonaria impuesta por la citada comisión.
La multa, de 1.712,5 millones de euros es a todos los efectos la multa más elevada impuesta jamás en el ámbito de la CE, y se plantea como un elemento de castigo por un lado pero también un elemento de disuasión para la formación de carteles en los mercados financieros. En este caso, recordamos, a estos seis bancos internacionales se les acusaba de haber manipulado los tipos de intereses interbancarios Libor y Euribor de manera que se pudo influir artificialmente los precios de los derivados.
La aceptación de la multa por parte de las entidades en cualquier caso no cierra los flecos de este problema. No son pocos los analistas que consideran insuficiente la multa sino que se pretende es un efecto disuasorio a futuro, ya que, tras el reparto de las multas por entidad, se considera que dichas penalizaciones quedan muy lejos de los beneficios obtenidos por esta práctica.
Dentro de la aceptación de la multa también ha ido un reconocimiento implícito por parte de todas las entidades de su participación en uno o más carteles, lo que ha supuesto una reducción del 10% en las multas individuales.
Por entidades el volumen de las multas es el siguiente:
- Deutsche Bank 725,4 millones de euros
- Societé Générale 445,9 millones de euros
- RBS 391,1 millones de euros
- JP Morgan 79,9 millones de euros
- Citigroup 70 millones de euros
- RP Martin (corredor) 247.000 euros