La banca sigue sufriendo las consecuencias de la crisis financiera, y si bien se están tomando medidas para mejorar su situación, el entorno del país no ayuda a levantar cabeza. Según datos presentados por la Asociación Española de Banca (AEB), los bancos españoles ganaron 3.714 millones de euros en el primer trimestre del ejercicio 2011, lo que supone un descenso del 4,5% en relación al mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, es necesario aclarar que realizaron dotaciones por 4.647 millones de euros, un 4,4% menos, y establecieron su ‘core capital‘ en el 9,42%, cifra que representa una mejora de 90 puntos básicos.
El ratio Tier 1 de las entidades se elevó hasta el 10,38% después de registrar un crecimiento en el periodo de 57 puntos básicos. El exceso sobre los recursos propios exigidos alcanzó el 38%, lo que supone un superávit de 53.304 millones de euros.
A 31 de marzo de 2011, el balance consolidado ascendía a 2,2 billones de euros, lo que representa un crecimiento 71.973 millones de euros (+3,3%) respecto al existente un año antes. De este importe, un 60% (43.260 millones de euros) se han destinado a aumentar el crédito a sus clientes, lo que equivale a una subida del 3,2% respecto al saldo de marzo de 2010.
Por otro lado, los depósitos captados de la clientela registraron un incremento de 134.664 millones de euros (+13,4%), lo que ha hecho posible el crecimiento del crédito y ha propiciado una mejora de la posición tesorera con los bancos centrales y con otras entidades de crédito por importe de 54.018 millones de euros.
Asimismo, esta situación ha permitido recurrir en menor medida a los recursos captados mediante la emisión de valores negociables, cuyo saldo ha caído en 52.736 millones de euros.
Los cambios experimentados en la composición del balance también han tenido como consecuencia directa una mejora de siete puntos porcentuales en la ratio cobertura depósitos/créditos hasta alcanzar un nivel del 82%. El fortalecimiento de la estructura financiera del balance ha venido acompañada de un aumento del patrimonio neto contable del 7,6%.
Este incremento se fundamenta en un crecimiento de los fondos propios de 15.230 millones de euros (11,7%), que las entidades bancarias han obtenido a través de la apelación directa a los mercados de capital y mediante la generación orgánica de resultados.
Sin embargo, uno de los aspectos más preocupantes es el aumento en el ratio de morosidad del crédito, que se incrementó en 23 puntos básicos hasta situarse en un 4,45%. Este ligero crecimiento contrasta con los 120 puntos básicos en que este ratio avanzó en el primer trimestre de 2010, y muestra una ralentización en el ritmo de avance.
En relación a la cuenta de resultados, el margen de intereses registró una leve disminución del 0,8%, mientras que el margen bruto experimentó un avance del 1,9% por el buen comportamiento de las comisiones y los ingresos por diferencias de cambio.
El menor esfuerzo requerido en saneamientos de inversiones crediticias ha compensado en parte el crecimiento de los gastos de explotación y sitúa el resultado de la actividad en 5.657 millones, un 4,7% inferior al del primer trimestre de 2010. El ratio de eficiencia se situó en el 45,6%.
La cuenta de resultados individual presentó las mismas líneas que las cuentas consolidadas. Así, el resultado antes de impuestos alcanzó 2.100 millones de euros en el trimestre, un 3% más respecto al obtenido en marzo de 2010.