La banca española tendrá una tasa de morosidad del 6,8 por ciento en 2010, con lo que la crisis actual será mucho peor que la registrada en la década de los 90, según señala un informe de ING.
Sin embargo, La firma sostiene que, a pesar del aumento de la tasa de impago, el sector financiero nacional no afrontará problemas de solvencia hasta que la mora alcance el 15 por ciento, escenario que califica de «prácticamente imposible» en una economía desarrollada con tipos de interés y divisa estable.
ING argumenta además que las dificultades de liquidez con que podrían encontrarse las entidades españolas se resolverán con las garantías que ofrece el Gobierno, dispuesto a avalar solicitudes de crédito de hasta 100.000 millones de euros este año y un nivel similar el próximo ejercicio.
La liquidez, en cambio, «es razonable»
En la actualidad, agrega, la liquidez del sistema «es razonable», con un ratio de crédito respecto a depósitos del 133 por ciento y un vencimiento de deuda de 80.000 millones de euros anuales. «Las actuales medidas del Gobierno, deberían ayudar a resolver el problema», considera.
En este sentido, ING incide en que su principal preocupación consiste en el impacto del ciclo crediticio en los retornos, ya que se producirá un deterioro de las cuentas de resultados, una caída de los activos, y una menor rentabilidad sobre recursos propios.
Las mayores provisiones para hacer frente al crecimiento de la morosidad y los menores aumentos del crédito implican un descenso en la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) desde el 20 al 10 por ciento según los cálculos del banco holandés.