No importaron las advertencias que incluso desde el Fondo Monetario Internacional se le hicieron, tampoco la sombra de la deflación que de manera más o menos abierta han querido ver la OCDE o el mismo máximo mandatario francés, el BCE se reafirmó la pasada semana en mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,25%.
El mismo día ocho el organismo bancario europeo informaba que también mantenía la facilidad marginal de crédito, continuando con el préstamo a los bancos durante un día a 0,75%.
Lo cierto es que aún con la inflación en niveles bajos o muy bajos, y con el peligro de deflación ya advertido desde como hemos visto por diferentes estamentos económicos internacionales, el BCE no considera a corto plazo revisar los tipos de interés.
En el origen de esta decisión se puede encontrar la compensación de la baja tasa de inflación con los primeros signos de mejora crediticia y la aceleración de la recuperación económica, lo que podría estar como decimos detrás de la decisión del organismo bancario europeo, sin embargo, los analistas continúan en su mayoría pensando que en el mes de junio si se producirá una intervención del BCE sobre los tipos.
¿Me influye?
Teniendo en cuenta esa posibilidad de revisión para el próximo mes de junio, y, sobre todo, teniendo en cuenta que este mínimo histórico en el que se ubican los tipos de interés realmente no ha sido en exceso beneficioso de manera directa para el usuario, al no haber repercutido demasiado sobre cuestiones como las hipotecas (el Euribor incluso ha avanzado) no parece que durante este mes de mayo el mantenimiento del 0,25% de los tipos de interés puedan influir en exceso en el usuario medio.