En el medio de la crisis y cerca del 2013, muchos quieren saber como terminará la deuda de los bancos en 2012. Podemos decir que la deuda de la banca española con el BCE baja por segundo mes consecutivo.
La deuda que acumulan las entidades que operan en España con el Banco Central Europeo se ha reducido en octubre en 36.575 millones frente al mes anterior. La cifra de octubre demuestra que la banca española sigue muy dependiente de la ayuda del BCE para poder financiarse.
No obstante, paulatinamente, la deuda se va alejando del pico de 388.736 millones que alcanzó en agosto. Con respecto a octubre del año pasado, sin embargo, la financiación que reciben las entidades sigue siendo mayor en 4,4 veces.
Las cifras que ha publicado el Banco de España se refieren a la deuda neta de las entidades, es decir, lo que toman prestado, menos lo que meten en la facilidad de depósitos del banco central. La cifra bruta asciende a 366.934 millones, con un descenso del 8,2% frente a septiembre.
El descenso de las peticiones de los bancos españoles contrasta con la evolución de la deuda total de la banca europea con el organismo que preside Mario Draghi, cuyo importe neto subió en octubre hasta los 885.514 millones, un 1% más.
Los expertos atribuyen el descenso de las peticiones de los bancos españoles a las iniciativas tomadas por el propio BCE para intentar poner freno a la crisis de la deuda soberana y, en particular, sostener al bono español.
En agosto, se anunció que el banco central estaría dispuesto a comprar deuda española, siempre y cuando el país pida antes el rescate. Desde entonces, los mercados ha ofrecido a las entidades financieras más sólidas, como Santander, BBVA, Sabadell o Banesto, algunas ventanas para poder emitir.
España lleva ya más de cinco años soportando dificultades económicas y las previsiones apuntan a que habrá que esperar hasta 2014 para poder ver la recuperación.
En los años previos a la crisis una gran parte de los españoles vivía por encima de sus posibilidades. Entonces, no estaba mal visto pedir un crédito para irse de vacaciones, comprarse un caballo u otros menesteres, que no eran de primera necesidad. Y, hay que decir, que muchas entidades los concedían y, si no, siempre se podía recurrir a las firmas de créditos rápidos.
El apalancamiento era tal que después de más de cuatro años de crisis España no ha logrado ajustar el endeudamiento del sector privado.
Esta crisis ha puesto de relieve la importancia de controlar las cuentas públicas para evitar que se descontrolen. El déficit público español alcanzó su máximo en 2009 cuando llegó al 11,2% del PIB. A partir de ese momento, España se enfrenta a la tarea de reducirlo por debajo del 3% y tiene de plazo para ello hasta 2014.
Deuda Púbica:
La deuda pública española, que en 2007 era del 36% del PIB y representaba todo un ejemplo para sus socios europeos, se espera que supere el 90% en 2013.
Las exigencias tanto de Bruselas como de los mercados para controlar el déficit y la deuda han llevado incluso a reformar la Constitución española y a desarrollar una ley orgánica para incluir el principio de estabilidad presupuestaria en todas las administraciones.