Es importante conocer los depósitos bancarios para luego poder conocer la situación actual de los mismos. Los depósitos se pueden definir como el dinero depositado en un banco para que este proceda a su custodia. El objetivo es mantener el dinero a salvo y aumentar al máximo sus intereses. Su ventaja, además de la liquidez, es la seguridad, es decir, la estabilidad de la inversión.
La principal diferencia con una cuenta corriente es que en esta el titular puede ingresar y retirar su dinero según le interese, mientras que en los depósitos el titular debe mantener el dinero durante un tiempo estipulado y no se permite ningún tipo de domiciliación de recibo ni talonario. De esta forma el dinero ahorrado no se toca, y no tenemos problemas de dinero al descubierto. Este tipo de depósitos esta pensado para clientes que quieran invertir a medio-largo plazo, ya que si necesitamos retirar el dinero antes de lo previsto, podemos sufrir algún tipo de penalización económica.En la actualidad existen diferentes tipos de depósitos:
A la vista: La entidad financiera tiene la obligación de devolver los fondos, parcial o totalmente, depositados por el cliente cuando este lo considere oportuno. Estos fondos también son denominados como «irregulares», ya que el banco tiene la obligación de devolver el equivalente monetario que se ha depositado.
A plazo: Estos son los más frecuentes. El cliente debe esperar un determinado periodo de tiempo para recuperar los fondos confiados a la entidad financiera. Estos se dividen en:
A plazo fijo: Máxima rentabilidad sin asumir riesgos. Este tipo de depósitos suelen durar 1, 3, 6 y 12 meses. Renovación automática a vencimiento.
A corto plazo: Suelen ofrecerse al plazo de un mes y muchas veces como parte de un programa de bienvenida a nuevos clientes. La rentabilidad es mayor (entre el 5 y el 11%, dependiendo de la entidad). Si retiramos el dinero antes del tiempo estipulado, la sanción es mayor. No se puede renovar un depósito a corto plazo en un mismo banco.
Puntualmente en el caso de la Crisis de Bankia, se ha generado una procupación generalizadora para los depósitos bancarios, es decir, que se pone en tela de juicio la seguridad de los depósitos bancarios. Sabemos que a la hora de invertir, los depósitos son una buena alternativa, el problema repercute cuando aparece el temor por la seguridad de los mismos, esto se debe al riesgo de corralito en España.
Es importante que los depositantes españoles no pierdan la calma más aún, los clientes de Bankia, ya que a pesar de la crisis se debe confiar en un banco sistémico como es Bankia. Para que el cliente pueda invertir con confianza hay que destacar que el Fondo de Garantía de Depósitos protege hasta 100.000 euros por titular y cuenta. Se supone que en Bankia, bajo titularidad pública, la protección es mayor, aunque no esté escrita.
Además el sector afronta 84.000 millones de euros de saneamientos extraordinarios en 2012, y está provisionando créditos que no están en mora. Hay que tener en cuenta que si en un día todos los ciudadanos quisieran recuperar sus depósitos, no habría dinero para ello, pero no sólo en España, sino en ningún país del mundo.