Las previsiones realizadas por expertos no son nada positivas para el futuro de las entidades bancarias en España. Se calcula que más de la mitad de las redes de sucursales van a cerrar próximamente a causa de la crisis por el Covid-19.
Los datos facilitados por el Banco de España, revelan que desde la crisis económica que tuvo lugar en 2008, se han llegado a cerrar un total de 20.000 oficinas y se han recortado alrededor de 90.000 puestos de trabajo. Por lo tanto, a día de hoy el sector bancario opera con una red un 40% por debajo de su rendimiento total, y con un 30% menos de empleados de los que podría tener en plantilla.
A pesar de estos datos, España sigue siendo el segundo país con menos número de habitantes por oficinas de la Unión Europea. Para dejar de serlo, tendría que dejar la red con 12.000 oficinas menos, ya que actualmente hay alrededor de 24.000 sucursales por todo el país.
Los expertos consideran que este exceso de red va a resultar una ventaja para que se puedan poner en marcha por fin las fusiones entre entidades bancarias, lo que tiene como objetivo principal el ahorro de costes. De hecho, las fusiones ya se han dado en el pasado. Por otro lado conviene recordar la advertencia del FMI sobre el futuro de los bancos débiles.
Además, hay muchas posibilidades de que todo este proceso se acelere precisamente en estos momentos, en los que las inversiones digitales han cobrado especial importancia a causa del confinamiento. De todas maneras, es importante ser realistas. Antes de realizar ningún movimiento por parte de la banca, lo primero que debe hacerse es comprobar cómo se encuentra la situación económica del país por la crisis.
A pesar de esto, es muy probable que ciertas entidades bancarias, como es el caso de Liberbank y Unicaja, se reúnan lo antes posible para negociar una fusión y ayudarse mutuamente a recuperarse del impacto que han sufrido por la crisis económica del Covid-19. Debemos recordar que estas entidades ya intentaron llevar a cabo una fusión en el pasado, pero las discrepancias en cuanto al reparto de poder para la nueva fusión, arruinaron por completo la operación.
Ahora es posible que, motivados por las circunstancias tan graves que se han ido sucediendo a lo largo de los últimos meses, consigan un acuerdo de fusión de forma mucho más cordial y unánime que en el pasado.
En cualquier caso, con una fusión o sin ella, no va a ser tiempos sencillos para la banca. Como ya hemos mencionado, la crisis ha dejado una huella evidente en las entidades bancarias de nuestro país, por lo que los analistas prevén que durante los próximos años la rentabilidad va a resultar extremadamente baja. Una de las soluciones que deben tenerse en cuenta para apoyarse mutuamente entre entidades, es la fusión, sin duda alguna. Pero, además de eso, serán necesarias ayudas por parte de los Gobiernos, y aun así no van a ser pocas las entidades que se vean por completo en la ruina.
Lo que debemos hacer ahora mismo es estar pendientes de la evolución económica del país a medida que la nueva normalidad va ganando terreno, ya que la reactivación económica es vital para que todo vuelva a funcionar como debe.