Ya con las reformas aprobadas el pasado mes de noviembre del 2013, donde china mostraba una vocación innegable de aumentar de manera significativa el papel del mercado dentro de su economía interna, se atisbaban importantes movimientos para los próximos años, algunos en formato ya definido y otros que tomarán forma de prueba piloto.
A estos últimos proyectos, a los que adoptarán el carácter de prueba inicial, responde la medida acordada por la Comisión Reguladora Bancaria del país que ha aprobado el establecimiento de entre 3 y 5 bancos de capital exclusivamente privado.
Esta medida busca la apertura del sector bancario en dirección al capital tanto interior como exterior dentro de esa importancia que la renovación del concepto de mercado parece haber adquirido en los últimos años en el país.
En el sistema de introducción de este capital privado, podrán darse dos modelos de situación, por un lado la reestructuración de las instituciones bancarias ya existentes o la creación de nuevas entidades, que en cualquier caso, vengan a responder a sus propios riesgos a partir del funcionamiento generado por la operativa con capitales privados.
La prueba piloto contará con la supervisión del regulador bancario del país, y viene a sumarse a otra serie de medidas complementarias que tienen que ver tanto con facilitar el ingreso de capital internacional dentro del sector bancario chino como con la reducción de las condiciones de operativa con la moneda nacional.
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