CatalunyaCaixa ha informado que su beneficio atribuido después de impuestos ha llegado a los 109,1 millones de euros, por lo que ha retrocedido en un 30,6% en relación con el agregado de las tres entidades del 2009.
Estos números se fundamentan en pérdidas por deterioro de activos que se reducen en un 77,1%, gracias a las coberturas conseguidas con el proceso de fusión, que permitirán cubrir las dotaciones previstas para todo el 2011. En lo que se refiere a la contención de la morosidad, ha cerrando el 2010 con una tasa del 5,41%.
Por su parte, los activos líquidos disponibles ascienden a 11.168 millones de euros, importe que, permite cubrir todos los vencimientos de emisiones mayoristas previstos hasta el 2014.
La ratio de solvencia actual se sitúa en el 11,2% y la Tier1 en el 7,8%, con mejoras de 1,4 puntos en relación con la ratio de finales de 2009, considerando el efecto de la venta de Repsol-YPF. El Core Capital se sitúa en el 6,9%, un punto superior al del año anterior.
Uno de los aspectos a destacar han sido los recursos captados a través de la red, con un crecimiento del 9,8% del ahorro a plazo, además de la buena posición de su gestora de fondos de inversión y las más de 295.000 nuevas operaciones de crédito. La inversión crediticia se redujo en un 3,2% en el último año, básicamente condicionada por el retroceso de un 11,1% en préstamos personales, reflejo de la caída del consumo en bienes duraderos.
Al 31 de diciembre de 2010, se han incorporado más de 125.000 nuevos clientes, alcanzando los 4,1 millones.