Caja España obtuvo en 2009 un beneficio neto de 22,5 millones de euros y destinó 475 millones de euros a dotaciones y provisiones, un 149% más que en el ejercicio anterior. Por su parte, la solvencia se situó en el 14,21%, la liquidez alcanzó los 3.864 millones de euros y la eficiencia mejoró hasta el 42,17%.
En cuanto a la liquidez bruta, alcanzó los 3.864 millones de euros, un 60% más que el ejercicio anterio.
Mediante la reducción de costes generales y la mejora de márgenes de intereses, la entidad de ahorros alcanzó un ratio de eficiencia del 42,17%, lo que supone una mejora de 11,82 puntos respecto al año anterior.
Respecto a la solvencia registrada en 2009, se situó en el 14,21%, un coeficiente de recursos propios que experimentó una mejora en 2,13 puntos, superior a la media del sector.
Los recursos de clientes en balance alcanzaron los 20.057,5 millones de euros, un 3,1% menos respecto al año anterior. Este descenso se debió exclusivamente a mercados financieros que disminuyeron en un 16,1%, mientras que los depósitos de empresas y hogares crecieron un 6,21% y un 5,82% respectivamente y los recursos fuera de balance (fondos, seguros y pensiones) crecieron un 5,2%.
El crédito a la clientela alcanzó 14.673 millones de euros (-9%) debido principalmente a la evolución del sector inmobiliario y al complejo entorno macroeconómico. Por el contrario, los recursos propios experimentaron un crecimiento al elevarse hasta los 2.070,4 millones de euros (+14,7%).
Caja España destacó el crecimiento de los márgenes y la contención de gastos generales y reiteró que las dotaciones voluntarias de provisiones supusieron que el resultado se redujese hasta los 22,5 millones de euros. Sin dichas provisiones, el resultado hubiera sido de 52,6 millones de euros, un 19% más que el año anterior.