La Caja Cantabria concluyó el año 2009 con un beneficio de 57 millones de euros. Esto supone una disminución del 16% respecto al año anterior. Finalizado el año, el volumen de negocio alcanzó los 18.170 millones de euros. Si bien ha descendido respecto al año anterior, no es tan grave dada la caída del PIB español del 3,6%.
Asimismo, el crédito a los clientes fue el que más sintió la caída alcanzando los 8.085 millones de euros, un 1,1% menos. En cuanto a préstamos, 1.553 millones de euros fue el total de concesiones, de los cuales 476 millones fueron inmobiliarios, 938 para empresas y 44 millones para consumo.
Por otra parte, la morosidad llegó al 4,73%, menos que en 2008; y la cobertura de insolvencias se encuentra en el 59%.
En cuanto a otros índices, la liquidez alcanzó el valor de 4.500 millones de euros, lo cual cubriría «holgadamente» los vencimientos previstos para 2010 y 2011; y la solvencia, llegó a un 11,75%.
Luego de un año duro para la Caja Cantabria, llevará la misma política de «prudencia» en cuanto a las provisiones, ahorrando para cualquier circunstancia que pueda surgir. Además, buscará mejorar los ratios y la relación con sus clientes.
A la espera del repunte estimado en 2011, este año que se viene será clave para crear las bases de la futura recuperación. Así que, la entidad llevará una «tendencia positiva», haciendo lo mejor posible para satisfacer sus necesidades.