Caixa Terrassa obtuvo un beneficio neto de 35,8 millones de euros en 2009, un 27,6% menos que el año anterior tras destinar 113,4 millones a dotaciones.
El margen de intereses creció un 16,2% (hasta 146,6 millones), el margen básico un 8% (hasta 201,4 millones), y el margen bruto un 23,9% (hasta 257 millones). El margen de explotación antes de dotaciones fue de 128,3 millones, un 66,4% superior al de 2008.
En cuanto a los depósitos administrados, crecieron un 6%, hasta los 11.336 millones, mientras que la inversión crediticia cayó un 2,1%, hasta los 8.844,4 millones. El crédito a empresas sumó 42,3 millones, más del doble que en 2008, cuando fue de 17,6 millones.
Por su parte, la morosidad se situó en el 5,95% frente al 3,02% de 2008, la tasa de cobertura en el 50% (138% considerando las garantías hipotecarias), y el ‘core capital’ de la entidad en el 6,06%. Además, cerró el año con una liquidez de 1.171 millones, lo que supone un 9,1% del total del balance.
Con esta evolución, la caja ha decidido destinar 27,8 millones del resultado a reservas generales, y ocho millones a la Obra Social para 2010, frente a los 10 millones de 2009.
En 2009, Caixa Terrassa sumaba 2.335 inmuebles procedentes de adjudicaciones y daciones por un valor de 319 millones frente a los activos por 150 millones de 2008 de los que logró comercializar (venta o alquiler) 733 de los cuales 495 fueron viviendas y 238 plazas de aparcamiento por 135 millones.
A 31 de diciembre, la cartera de inmuebles de la caja para su venta o alquiler era de 1.602 por un valor de 184 millones: 690 viviendas por 170 millones y 912 aparcamientos por 14 millones de euros.