Caixa Girona se baja de Unnim

La noticia sorprende a todos, pero deja a las claras que las fusiones de las cajas de ahorro están viciadas de marañas políticas y económicas, y que conllevan una serie de factores dentro de cada entidad que hacen de este tipo de operaciones, una tarea para nada sencilla.

Según se ha informado, Caixa Girona (teníamos nuestras dudas), a través de su Consejo de Administración, ha decidido descolgarse del proyecto de fusión con Caixa Manlleu, Caixa Sabadell y Caixa Terrassa, quedando fuera de la nueva entidad que llevará la denominación Unnim y han justificado esta medida al no aprobar las modificaciones del Plan de Integración ni las modificaciones introducidas en los estatutos de la nueva entidad.

¿Qué ha sucedido en el seno de Caixa Girona? En la votación, los consejeros le han dado la espalda a la fusión objetando que la operación no beneficiaría a la caja. Esta decisión tuvo su voz con solo tres votos a favor, misma cantidad para las abstenciones y nueve en contra.

Ahora, la segunda fusión de cajas catalanas encuentra una piedra en su camino final (la otra la conforman Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa), y deja dudas sobre el futuro de este tipo de «alianzas necesarias» que se impulsan desde todos los estamentos como medida para reducir los riesgos en el sistema financiero, achicando el número de entidades.

¿Qué sucederá con Unnim?

En un comunicado, las tres cajas que continúan el proceso (Caixa Manlleu, Caixa Sabadell y Caixa Terrassa) mantendrán esta fusión, ahora a tres bandas ya que los consejos de administración de las tres cajas catalanas ya habían aprobado esta misma semana el Plan de Integración.

Lo cierto es que estos procesos de fusión dejan en evidencia los intereses políticos, y las divergencias internas que existen en las cajas de ahorro, que dejan a las claras la dificultad que existe de concensuar los intereses dentro y fuera de ellas.

La pregunta que debemos hacernos es ¿a quiénes benefician estas fusiones? ¿A los directivos de las cajas, a los políticos que persiguen intereses personales, a quiénes han cometido errores y no los han pagado, o a los que prefieren no juntarse con otras entidades? Tenga la seguridad, que estas decisiones, nunca tienen el consenso explicito de quienes confían en ellas, los clientes.