Mañana día 12 comienza oficialmente el Mundial de Fútbol de Brasil 2014. El camino hasta esta inauguración está siendo sin duda de los más complejos que se recuerdan en los grandes eventos deportivos mundiales de los últimos años. Con un nivel interno de rechazo interno inédito en las últimas décadas de celebración de este evento, un volumen exagerado de acusaciones de corrupción y malversación, Brasil se encuentra también dentro de un proceso de desaceleración serio, superior a lo que está ocurriendo en general con los BRICS.
En este contexto se dio a comienzos del mes de Abril la nueva subida de los tipos de interés que colocándose en el 11% vuelve a batir el récord de la actual serie histórica.
Mientras que en Europa aún colea la bajada de los tipos de interés al 0.15%, el organismo bancario central brasileño lleva prácticamente todo el año empeñado en la lucha contra la inflación que, según todo apunta a fecha de hoy, no será inferior al cierre del ejercicio al 5,8%, casi un punto y medio por encima de lo previsto por el gobierno del país; un 4,5% que no parece posible ya alcanzar.
No se alcanzaba una cifra de dos dígitos en la tasa Selic ( base para el cálculo de las inversiones y préstamos bancarios) desde enero del año 2012, momento en el que comenzó un proceso de reducción de los tipos de interés que culminó en octubre de 2013 con el porcentaje más bajo histórico en este sentido, el 7,25%. La evolución de los tipos de interés tras un pequeño periodo de estabilidad ha ido en aumento ya desde el primer semestre de 2013, coincidiendo con cada reunión del citado comité de política monetaria hasta concluir en este 10% tras el último aumento (el porcentaje anterior estaba fijado en el 9,5%)
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