Fintech ha llegado para quedarse. El impacto que ya está teniendo en la banca tradicional es notable. Los bancos tendrán que adaptarse, veamos cómo.
Qué es fintech
Fintech es una palabra compuesta que viene del inglés y que es el resultado de unir las primeras sílabas de las palabras Finance y Technology. Así es como se nombra a todas las empresas de servicios financieros que emplean toda la tecnología existente para conseguir ofrecer productos y servicios financieros de forma innovadora.
Si bien ahora las fintech están en fase de crecimiento, se prevé que en los próximos 3 años las cifras aumenten considerablemente, convirtiéndose en miles de millones a lo largo de Europa, y sobre todo en Reino Unido y EEUU, de manera que van a cambiar de arriba a abajo el sector de las finanzas tal y como lo conocíamos, tanto a nivel de particulares como de empresas.
Las empresas Fintech están haciendo su aparición en el mundo de las finanzas, como por ejemplo en las transferencias de dinero, en préstamos, en las compras y ventas de títulos o en el asesoramiento financiero y de inversiones, entre otros segmentos.
Tras la caída del gran banco de inversiones Lehman Brothers, las empresas Fintech aprovecharon para abrirse un hueco entre todo el descontento generado por el funcionamiento de la banca tradicional, llenándolo con nuevas alternativas de inversión y financiación.
Al principio, las empresas Fintech crecieron lentamente, puesto que con todo lo que había ocurrido, los inversores salieron gravemente afectados y se volvieron algo desconfiados, pero a medida que surgen nuevas regulaciones legales y el inversor entiende que son empresas en las que puede confiar, poco a poco se ha ido yendo todo el miedo y ahora la intermediación en las finanzas a través de las empresas Fintech se está multiplicando, año tras año.
Esto se debe sobre todo al nacimiento de las nuevas tecnologías gracias a internet, que están permitiendo al usuario un mejor control de sus finanzas personales. Gracias a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), está cambiando el mundo financiero. Tal como cambiaron el mundo de la música o del periodismo escrito, ahora van a cambiar nuestras finanzas, ya que desde nuestro teléfono Smartphone será posible manejar las finanzas personales de forma más rápida, ágil, segura, sencilla, y, sobre todo, mucho más económica.
Cómo deberá evolucionar la banca del futuro respecto al fintech
La implantación de Fintech, ha llegado para quedarse, y además va a provocar una evolución en la banca tradicional.
El Crowdlending forma parte dentro de un modelo de acceso a las finanzas cada vez más avanzado y evolucionado. Dicho modelo está ganando cuota de mercado en lo que a servicios financieros se refiere, además de que se está implantando como herramienta de futuro. Por todo ello, la banca tradicional contempla estos avances siendo perfectamente consciente de su necesidad por progresar.
Los modelos de gestión de la banca tradicional, desde finales del pasado siglo, sólo evolucionaron aplicando de forma discreta las mejoras que la aparición de internet traía consigo, no obstante sin dejar de lado sus políticas con el cliente.
Hablamos, por ejemplo, de los servicios básicos de custodia del dinero, disposición de efectivo, cuentas corrientes, hipotecas y préstamos comerciales eran el negocio de los bancos, que tomaban depósitos y prestaban dinero a aquellas personas que consideraban capacitadas para devolverlo por unos márgenes y unas tarifas.
El siglo pasado, los bancos presenciales aumentaban su confianza en el usuario sobre todo a través del acceso simplificado, y muy dirigido, de las hipotecas. Las entidades bancarias experimentaban un aumento de su confianza y se convertían en una parte básica del mundo financiero de un gran número de personas.
En este artículo te damos consejos para encontrar el mejor banco posible para tu bolsillo.
No obstante, entre los años 2007 y 2008, a partir de la crisis del sistema financiero y bancario, los usuarios se encuentran ante un mundo de servicios financieros que resulta muy diferente a lo que parecía ser. La caída de la confianza en las entidades bancarias es terrible, y se desmoronan los principios más básicos del servicio financiero a particulares, en un mercado en el que parece que lo realmente importante es eludir las regulaciones y los equilibrios de control y seguridad, para ganar cada vez más dinero.
Lo que ocurrió con los servicios financieros relacionados con los inmuebles, es, sin lugar a dudas, uno de los problemas más visibles de esta nueva situación. Los usuarios se encontraban ante un panorama de crédito desmedido y de mala praxis bancaria. De este modo, la confianza del usuario en la entidad financiera, se pierde, y, casi peor aún para la banca, comienza a aparecer un nuevo modelo de relación del usuario con sus finanzas, radicalmente distinto hasta ahora.
El Fintech y los nuevos operadores comerciales están tomando ventaja cada vez en mayor medida, precisamente a base de recuperar la confianza perdida del usuario en los servicios financieros.
La democratización financiera digital se ha convertido en una realidad ya totalmente asentada. Por ejemplo, en las plataformas de préstamos colaborativos podemos ver como el tamaño previsto de la financiación a través de estas nuevas herramientas, se multiplica casi de manera exponencial en términos de cuota de mercado, en los últimos años.
Uno de los principales errores cometidos por la banca tradicional, además de querer más dinero del que probablemente les corresponde, está en considerar que el cliente es un perfil fijo, que debe adaptarse necesariamente a la oferta de la banca.
Si la banca quiere competir con el Fintech, lo primero que debe hacer es asumir de manera profunda que el futuro cliente es digital e inteligente, y que la competencia por los servicios financieros se debe establecer bajo estos parámetros. Pero, principalmente, con la confianza en las transacciones y con la transparencia y la capacidad de participación en la toma de decisiones que, por ejemplo el Crowleding proporciona si lo comparamos con un préstamo tradicional.
Los servicios internos de Fintech, tienen como principales bases: la transparencia, el conocimiento del cliente, y la calidad de los servicios, unido a la usabilidad y a los altos contenidos de diseño tecnológico, todo ello generador de confianza del usuario.
Tiene mucho sentido que la clave de la banca tradicional para competir con el Fintech debe ser, precisamente, la confianza.