El Banco de Valencia obtuvo un beneficio neto de 131,9 millones de euros en 2009, lo que representa un 12,2% menos que lo que ganó el año anterior. Esta situación se produce con un adelanto de dotaciones para insolvencia de 90 millones de euros, por encima de los requerimientos del Banco de España.
Las dotaciones netas de 2009 para insolvencia ascendieron a 263 millones de euros, de los que 90 fueron voluntarios como adelanto de lo que se debía constituir en 2010 para saneamientos.
El ratio de morosidad al cierre del ejercicio 2009 se situó en el 4,04% (en 2008 fue de 2,99%), aunque en los últimos seis meses registró un descenso de 12 décimas.
Además, la tasa de cobertura aumentó ligeramente al pasar de 79,80% en 2008 al 80,21% el pasado año.
Las plusvalías acumuladas en la cartera de participaciones de entidades participadas del Banco de Valencia se situaron en 123,6 millones de euros, de forma que las extraordinarias (valor de 82 millones), se destinaron a fortalecer los ratios de cobertura de morosidad, sin que se hayan incorporado al beneficio.
El coeficiente de solvencia se situó en el 11,32% y su Tier 1 en 7,82%. El exceso de recursos propios sobre requerimientos mínimos de capital se situaron en 542 millones de euros, lo que sitúa el total computable en 1.848 millones de euros.
Los márgenes experimentaron una evolución positiva y todos crecieron por encima del 5%. El de Intereses aumentó un 5,09% hasta los 388,1 millones de euros; el Bruto, 5,01% hasta 531,2 millones; y el de Explotación creció un 5,57% hasta 346 millones.
En cuanto al volumen de negocio, superó los 36.500 millones de euros, con un aumento de 500 millones (1,43%) respecto al año anterior.
El crédito a la clientela se mantuvo prácticamente estable, alcanzando la cifra de 19.033 millones de euros (+0,54%) y los depósitos de la clientela crecieron un 7,04%, hasta los 12.531 millones.
Además, durante 2009 la entidad cerró un total de 17 oficinas (6 en la Comunitat) que afectó a 110 empleados de los 2.040 totales.