Los aumentos de capital que por doquier se suceden han llegado a España. Y nada menos que al líder del mercado, al Santander, que anunció ayer una ampliación mediante la emisión de 1.599 millones de acciones ordinarias a 4,50 euros cada una, por un valor total de 7.200 millones de euros. Según señaló en un comunicado Emilio Botín, presidente de la entidad, esta operación tiene el propósito es «reforzar su capital» del grupo financiero.
En este sentido, Botín aseguró que «el Santander siempre ha tenido una política muy clara de fortaleza de capital» y subrayó que con esta ampliación «se anticipa» al tiempo que ofrece «una magnífica oportunidad de inversión a sus accionistas».
No es el mejor momento para vender
Además, el propio banco admite que «tenía en marcha un proceso de venta de activos para incrementar dicho ratio de capital, pero dadas las condiciones de mercado ha decidido postergarla hasta que los precios sean los adecuados», añadió la entidad en clara referencia a la falta de compradores para sus seguros, sus fondos, la participación en Cepsa o la filial venezolana. Y es que el Santander no ha recibido por estos negocios ninguna oferta que le satisfaga, que cubra sus expectativas.
Con esta maniobra, el banco pretende así incrementar su ratio de ‘core capital’, un porcentaje que mide la solvencia, del actual 6,31 por ciento hasta un 7 por ciento, «como respuesta a una mayor autoexigencia de solvencia en el actual entorno económico», a pesar de que la entidad cuenta con «una sólida posición de partida», declaró Botín.
Derechos preferentes
Cabe resaltar que los accionistas actuales tendrán derecho de suscripción preferente en la ampliación y podrán tomar una acción nueva por cada cuatro títulos que posean en la actualidad, mientras que los inversores que no sean accionistas y quieran adquirir títulos de esta emisión deberán comprar cuatro derechos de suscripción por cada nueva acción que quieran adquirir. La suscripción de acciones durará 15 días, desde el 13 al 27 de noviembre.
Banco Santander, primer banco de la zona euro por capitalización, el mayor del mundo por beneficios y uno de los más grandes por valor bursátil del planeta, ha estado poco afectado por la crisis financiera internacional, que golpeó a varias grandes entidades de todo el mundo.
En los últimos meses, incluso ha aprovechado para comprar el estadounidense Sovereign, en el que poseía previamente un 25 por ciento, y los británicos Bradford & Bingley y Alliance & Leceister (A&L). Esta última adquisición conllevó otra ampliación de capital mediante la que emitió 140,95 millones de títulos, el 2 por ciento del capital social, por 1.582,879 millones de euros.
Además, el grupo cántabro tiene previsto realizar otra ampliación de capital de unos 147 millones de nuevos títulos, representativos de otro 2 por ciento del capital, para financiar la compra del 75,65 por ciento de las acciones que no controlaba del Sovereign, que comprará por 1.400 millones de euros. Esta operación, que está previsto se cierre en el primer trimestre de 2009, se abonará a través de un intercambio de acciones.
El dividendo se mantiene y de compras, nada
Horas después de que se anunciase la ampliación, el director financiero del Banco Santander, José Antonio Álvarez, subrayó que el aumento para reforzar su ‘core capital’ no se debe a que el banco tenga pensado acometer alguna adquisición más a medio plazo ni ninguna amortización, sino a la actual situación de los mercados, y reiteró que el banco mantendrá su política de dividendos.
Álvarez indicó, en una conferencia con analistas para explicar esta operación, que la actual situación de los mercados obliga a tener un capital central más fuerte, y que lo aumentará en 100 puntos básicos en los próximos meses.
Asimismo, subrayó que en los últimos meses los principales bancos con los que compite el Santander han tenido que recurrir a las ayudas de los gobiernos, por lo que el banco ha decidido plantear a los accionistas esta operación y mantener así sus buenos resultados.
Álvarez también destacó que los accionistas podrán seguir contando con sus dividendos, algo que, «seguro agradecen», según subrayó. En este sentido, recordó que el ‘pay out’ (porcentaje de beneficios destinado a dividendos) se mantendrá en el 50 por ciento, y que la retribución en 2009 será similar al de 2008, pero que este año crecerá en relación al ejercicio 2007.
Por otro lado, señaló que la entidad no venderá activos por debajo del valor que tienen en el mercado porque, a su juicio, la clave de este tipo de operaciones es «el precio para los accionistas», por lo que el banco considera que no es el mejor momento para realizar ventas.
El director financiero también subrayó durante su intervención la fortaleza de su negocio, ya que cuenta con una alta calidad crediticia y mantiene bajo control los costes, aunque recordó que el banco tiene 6.300 millones de euros en provisiones que prevé empezar a utilizar en el cuatro trimestre en España.
También recordó que el ratio de morosidad, que hasta septiembre se situó en el 1,63 por ciento, está en buenos niveles en relación a la media del sector, y recordó que los activos ponderados por riesgo para finales de año serán de 600.000 millones, después de integrar las últimas adquisiciones como Alliance & Leicester, Sovereign y Banco Real.
En el tercer trimestre de este año, el grupo ‘rojo’ obtuvo un beneficio neto trimestral de 2.205 millones de euros, lo que supuso un aumento del 4,3 por ciento, un poco por debajo de lo esperado por los analistas.
El Santander es el primer grupo bancario de América Latina, de donde procedió el 32 por ciento de sus beneficios totales en 2007. Recientemente presentó un plan estratégico para Brasil, donde se propone ser el primer banco privado y obtener unos beneficios de 7.900 millones de reales (3.700 millones de dólares) en 2010.
BBVA y el Popular se desmarcan
Por su parte, BBVA aseguró ayer que no necesita ampliar capital «por su estrategia prudente», indicó una fuente de la entidad a ‘EFE’. La misma fuente afirmó que el banco se encuentra «muy cómodo» con su posición de capital, por lo que no tiene necesidad de acudir al mercado para captar recursos.
En este sentido, el portavoz apuntó que la estrategia conservadora de BBVA en materia de adquisiciones desde el inicio de la crisis, la solidez del balance por el estricto control de los riesgos y la capacidad del grupo de generar capital de forma orgánica permiten a la entidad «mantenerse al margen de las operaciones que, en los últimos meses, se vienen produciendo en los mercados por distintas entidades para reforzar su solvencia».
Gracias a que se ha anticipado, añadió, BBVA tiene una «holgada situación de liquidez, una elevada solvencia y una reducida morosidad», lo que le permite situarse «como uno de los grupos financieros más fuertes en el actual entorno».
Mientras, Banco Popular explicó ayer, en una línea argumental similar, que no necesita llevar a cabo una ampliación de capital para reforzar su posición en el mercado porque «es uno de los bancos más capitalizados de Europa».
El banco señaló, en relación a la ampliación de capital que ayer anunció el Santander, que no necesita llevar a cabo una operación similar, y recordó que durante la última presentación de resultados del banco, ya destacó su nivel de liquidez y solvencia.
En concreto, el consejero delegado de Banco Popular, Roberto Higuera, anunció entonces que el banco tiene suficiente liquidez, y que en un escenario pesimista le permitiría mantenerse al margen de las medidas puestas en marcha por el Gobierno, ya que cuenta con una segunda línea de liquidez que podría alcanzar los 20.000 millones de euros a finales de año.
De hecho, Higuera destacó que el banco no contemplaba hacer uso de estas medidas, y que la entidad prefiere «funcionar» con sus propios medios y tener su propia liquidez.
El banco ‘azul’ critica la «agresiva» política de compras de su competidor
Finalmente, BBVA criticó al Santander por haber elegido por una estrategia «mucho más agresiva» que la suya, al llevar a cabo diversas adquisiciones que suponen «importantes consumos de capital y aumentos de los riesgos» y de las que se desconocen los «impactos finales» que pueden tener.
Así lo declara la entidad presidida por Francisco González en una comunicación interna enviada ayer a su red de oficinas tras conocer la ampliación del Santander.
En la misiva, el BBVA «marca diferencias» con el su gran competidor y destaca que, frente a una estrategia «agresiva», ha preferido otra más «prudente» al anticipar «correctamente» la compleja situación del sistema financiero y optar por no hacer compras desde el estallido de la crisis.
«En el contexto de la actual crisis financiera internacional, otro competidor más, en este caso Banco Santander, tiene que acudir a una ampliación de capital para reforzar sus ratios de solvencia», apunta.
BBVA presume también de tener mejores ratios de mora y tasas de cobertura que su directo competidor y de operar a una escala «mucho más reducida» en mercados que han sufrido un fuerte deterioro de calidad crediticia.
Mientras BBVA cuenta con «elementos que refuerzan nuestra capacidad de generar recursos propios» sin acudir a ampliaciones de capital, entre las que cita plusvalías latentes en renta variable o exceso de provisiones genéricas, el Santander «ya ha efectuado la venta de todo su patrimonio inmobiliario y ha vendido su área de pensiones y seguros en América».
La entidad presidida por Francisco González presume además de tener «una red y un modelo de negocio diferencial enfocados al cliente» y de no necesitar ninguna ampliación de capital.
En último lugar es preciso destacar que el parqué madrileño cerró la sesión de ayer con una ligera caída del 0,53 por ciento, que situó al Ibex 35 por debajo de los 9.300 puntos, arrastrado principalmente por las caídas del sector financiero, en especial, Banco Santander, que se dejó un 5 por ciento. Es decir, que el mercado no ha recibido con confianza la ampliación de capital del Santander.