¿Por qué a tu banco no le gustan las hipotecas inversas?

La hipoteca inversa es una herramienta de financiación poco extendida en nuestro país. El motivo fundamental es que no es un producto del gusto de las entidades financieras. Sin embargo, teóricamente, es un producto rentable para los bancos.

HIPOTECAS BANCOS

Vamos a tratar de entender a lo largo del artículo los motivos fundamentales por los que a los bancos españoles no les gusta, como producto de financiación, las hipotecas inversas.

Ojo, es cierto que existen excepciones. No se trata de afirmar que a todos los bancos les disgusta las hipotecas inversas, pero sí que, con carácter general, no es un producto que sea mirado con muy buenos ojos por la banca española.

¿Qué es una hipoteca inversa?

Una hipoteca inversa es, fundamentalmente, un producto de financiación destinado a personas mayores de 65 años, con una vivienda propia libre de cargas, y que desean, a través de la hipoteca inversa, obtener un complemento a sus pensiones de jubilación.

Sobre papel, una hipoteca inversa lo que hará es ofrecer un porcentaje de financiación estimado sobre el valor de la vivienda, y convertirlo en un pago único o, en una renta vitalicia (este modelo es el más habitual)

El titular de la vivienda no perderá la propiedad, y no deberá pagar la hipoteca salvo que la vivienda se venda, en cuyo caso deberá levantar la hipoteca para la venta o subrogarla al comprador.

La extinción de la hipoteca, y su amortización, se producirá o bien por cancelación del titular, o por su fallecimiento, en cuyo momento deberán hacerse cargo los herederos del pago del préstamo hipotecario.

¿Por qué la banca tiene rechazo a la hipoteca inversa?

Hay motivos diversos por los que la banca española no aprecia este tipo de producto. En este caso nos vamos a centrar en dos.

En primer lugar, la propia cultura de la propiedad que existe en España. La cultura de la propiedad hace que, para muchas personas, el objetivo financiero de su vida sea la compra y amortización de una vivienda. Considerando la vivienda como el eje del ahorro a lo largo de su vida.

Esto hace, que la especulación sobre la propia vivienda, aplicando una hipoteca que se trasladará los herederos, no sea una opción muy atractiva, sobre todo para la mentalidad de aquellos que valoran la vivienda como eje de su patrimonio familiar cara a los herederos.

En segundo lugar, y desde luego, no es un factor menor el hecho de que los bancos, llevan años deshaciéndose de los activos inmobiliarios, y lo que, al menos aparentemente, desean es hacerse con más activos inmobiliarios.

Esto relevante, porque, recordemos, tras el fallecimiento del titular de una hipoteca inversa, deberán ser los herederos los que asuman el coste de la misma. En caso de que los herederos rechacen pagar la deuda, se debe proceder una ejecución hipotecaria. Es decir, será el banco el que se haga cargo de la vivienda para cobrarse la deuda.

Si tenemos en cuenta el ratio de herencias rechazadas en nuestro país, podemos entender que el nivel de riesgo es, para las entidades financieras, lo suficientemente elevado como para no sentir especial atracción por este tipo de producto.