Cómo afecta la deflación a tus ahorros

Deflación, desinflación, son términos con los que últimamente nos encontramos con frecuencia. Es interesante por tanto saber cómo puede afectar la deflación a nuestros ahorros y a nuestro día a día en la economía familiar.

PREAHORRAR CON EL BANCO

La deflación básicamente se resume en una bajada general de los precios de los bienes y servicios en la cual el Índice de Precios al Consumo se desploma o en cualquier caso no avanza sino que retrocede. En este contexto generalmente el usuario frena el consumo, se extiende una sensación en la que parece que los precios que bajan mañana estarán más bajos y el miedo a la pérdida del valor del dinero aumenta la sensación de frenazo a las transacciones comerciales.

En este contexto, no hace falta más que observar el IPC de nuestro país en los dos últimos años para darnos cuenta de, efectivamente, una situación muy cercana a estos parámetros.

En nuestro país, y como producto de la situación, aumenta el valor de la deuda y disminuye como indicábamos la oferta, en función del grado de ralentización de lo uno y lo otro podemos hablar de manera absoluta de deflación o de desinflación, que sería un proceso previo camino de la primera figura pero aún con más posibilidades de ser revertido.

Por tanto, la consecuencia inmediata es para nuestros bolsillos esa sensación de disminución del consumo y ese miedo a la pérdida del valor del dinero, mayor cuanto mayor sea el tiempo en el que se extienda el proceso.

inversión

La deflación y los ahorros

Esta es una de las contradicciones en un proceso deflacionario. Resulta que, efectivamente a lo largo del tiempo la deflación va a ser negativa y va a perjudicar siempre que se extienda durante largos periodos, sin embargo si sólo se extiende durante un periodo corto de tiempo incluso puede llegar a ser positiva, el motivo es la posibilidad de eliminar el exceso y los errores pasados. Es decir, técnicamente la deflación puede llegar a ser buena para el ahorrador conservador pero no tan buena para aquellos que asumen riesgo para su ahorro.

Esto no es difícil entender, el ahorro conservador va evolucionando de manera constante en función generalmente de los intereses pactados de manera previa, la rentabilidad real se va a obtener siempre a través de la suma de la rentabilidad que nos proporciona el producto más la pérdida del poder adquisitivo real de la economía, es decir, a la rentabilidad que por ejemplo nuestro depósito nos produce, vamos a suponer un 1%, debiéramos sumar el retroceso de la pérdida de poder adquisitivo por ejemplo un -0.7% lo que nos otorgaría, técnicamente un 1,70% de rentabilidad (en un escenario de deflación ya que en un escenario normal debiéramos restar el aumento del IPC)

Lógicamente este escenario no es el mismo en el caso de la apuesta por el ahorro en productos de riesgo, los movimientos a la baja de los mercados generalmente afecta de manera negativa a estos productos, y el hecho de no mantener una rentabilidad constante modifica en contra del ahorrador las rentabilidades.

El mensaje en definitiva es claro, efectivamente la deflación o la desinflación afectan a nuestros ahorros, pero en mayor medida al ahorro que apuesta por inversiones que asumen riesgo que al ahorro garantizado que incluso en procesos cortos de deflación se puede llegar a ver favorecido en productos como depósitos, bonos, cuentas de ahorro etcétera.