Caja Rural de Granada ganó un 25% menos en 2010

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Caja Rural de Granada ha cerrado su ejercicio 2010 con un beneficio de 18,1 millones de euros, lo que supone un descenso del 25,5% respecto a 2009.

La entidad ha informado que el ratio ‘core capital‘ se ha situado en el 12%, porcentaje por encima de las nuevas exigencias que tiene previsto establecer el Gobierno, que podría alcanzar el 10%, mientras que el ratio de solvencia se situó en el 13,75%, por encima del 8% exigido por la normativa actual del Banco de España.

El presidente de la cooperativa de crédito granadina, Antonio León, que ha resaltado que los recursos de clientes de la caja han superado los 3.182 millones de euros (+3,3%) y la inversión crediticia de Caja Rural durante el pasado ejercicio superó los 3.501 millones de euros, sin embargo, ha caído un 3,6% respecto a 2009.

Los activos totales de la entidad han crecido durante el pasado ejercicio un 2,5%, superando los 4.700 millones de euros. La base social también se ha visto incrementada en casi 1.700 nuevos socios, quedando integrada por 97.559 personas.

En cuanto a la tasa de morosidad, se sitúa en el 5,19%, por debajo de la previsión inicialmente realizada y de la media del sector.

Caja Rural de Granada ha cerrado el ejercicio con una ratio de liquidez del 35,5%, más de cinco puntos superior a 2009. Al finalizar 2010, contaba con 197 oficinas, tras el cierre de seis sucursales registrado durante el pasado ejercicio, y 823 empleados, nueve menos que en 2009, debido solamente a jubilaciones y bajas voluntarias.

La entidad ha conseguido un beneficio antes de impuestos de 18,1 millones de euros, un 25,5% inferiores a los de 2009, aunque estaba previsto.

Durante 2010, han sido más de 32 millones las dotaciones netas realizadas, manteniendo un Fondo Genérico de 34 millones de euros, que supera en 21,5 millones el mínimo exigido por la normativa en vigor.

El volumen de negocio, cifra que engloba tanto la inversión como los recursos gestionados de clientes, casi alcanza los 7.000 millones de euros al finalizar 2010.

La menor demanda de crédito ha supuesto una disminución de la inversión crediticia del 3,7%. Según ha resaltado, más de la mitad de los nuevos créditos concedidos lo han sido a empresas, por un importe superior a 1.875 millones de euros.