El Banco Central Europeo, dentro las acciones encaminadas a asumir la supervisión bancaria única (el próximo 4 de Noviembre) plantea, dentro de los planes de control para los principales grupos bancarios europeos un régimen sancionador vedaderamente duro en relación a lo que hasta ahora predominaba.
Se trata de un modelo de sanciones donde por ejemplo, se podrán imponer multas equivalentes al doble de las ganancias obtenidas o las perdidas evitadas con una irregularidad, del mismo modo podrán ser equivalentes al 10% del resultado de la facturación total del anterior ejercicio de la entidad.