El proceso de reestructuración interna que está experimentando la banca en España afecta también a las entidades consideradas sanas, es decir, aquellas que no han precisado ayudas públicas. Estos nuevos modelos organizativos conllevan una reducción de personal que se ha concretado, en el caso de los bancos solventes, en una disminución del 2,2% de sus plantillas, o lo que es lo mismo, en 2.500 trabajadores que han perdido su empleo.
Asimismo, los diferentes procesos de adquisición y fusión en los que se han embarcado estas entidades (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Popular, Bankinter, Kutxabank, Unicaja e Ibercaja, aunque de esta última no se disponen los datos) han venido aparejados de un cierre de sucursales que ha afectado a 1.100 de ellas (el 5,4%), y son ya menos de 20.000 las oficinas bancarias de estas entidades existentes en España en estos momentos, concretamente, 19.690.
Por otra parte, se espera que, en 2014, cuando está previsto que finalicen los procesos de reestructuración, se produzca una cifra aún mayor de clausuras.
Santander y BBVA han sido las entidades que más afectadas han visto sus plantillas en el último año. En concreto, el grupo Santander, tras su fusión con Banesto, ha reducido en un 10% su red de oficinas, acompañando la operación con un recorte de casi 2.500 empleados en su plantilla.
Por su parte, el BBVA, en contra de lo que había anunciado en un primer momento, decidió en 2013 prescindir de 1.300 trabajadores, casi el doble de lo previsto, hasta reducir en un 5% su red de empleados, el mismo porcentaje que ha perdido Caixabank. Este grupo, además de propiciar la destrucción de 677 puestos de trabajo, ha reducido un 10% el número de sus sucursales tras la adquisición de Banca Cívica y Banco de Valencia, a pesar de haber aumentado su actividad.
En el extremo contrario, el grupo Sabadell ha multiplicado su actividad gracias a la adquisición de Caixa Penedés, Lloyds y Banco Gallego, con lo que ha incrementado su número de oficinas en un 27%, y ha ganado 2.481 empleados, un 16% más que un año antes.
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