El consejo de administración de CajaSur ha aprobado el avance del cierre de cuentas de la entidad en 2009, con un resultado negativo de 596 millones de euros, que según la entidad debe asegurar «la viabilidad de la entidad resultante de la fusión con Unicaja«.
Este resultado negativo «recoge las consecuencias de haber decidido incluir» la entidad en sus previsiones de cierre «el deterioro inmobiliario presente y futuro, mediante la realización de fuertes provisiones, para cubrir todos los riesgos, en línea con las recomendaciones del Banco de España».
Sin embargo, se resaltó que en 2009 «CajaSur registró un resultado positivo del negocio típicamente bancario», ya que ha concluido el pasado ejercicio con «un incremento del 30% en el beneficio no recurrente», dato éste que entienden en la caja cordobesa que también es clave para el proceso de fusión, que dará lugar a una nueva entidad «fuerte y solvente».