En su definición más simple entendemos la banca electrónica como un servicio ofrecido por una entidad bancaria que permite al usuario conectarse con sus productos financieros, todo ello a través de una serie de herramientas informáticas que van a conectar los dispositivos elegidos por el usuario con la propia entidad de manera permanente y sin obligar a desplazamientos para realizar dichas operativas. Pero, realmente la banca electrónica a lo largo del tiempo está suponiendo mucho más que una mera herramienta de gestión avanzada.
La banca electrónica antes de internet
Hoy en día asociamos de manera inequívoca la banca electrónica con Internet. Esto tiene lógica si tenemos en cuenta que el grueso de las operativas se realiza a través de este canal mediante diferentes dispositivos, sin embargo, el origen la banca electrónica hace referencia no sólo a estas operaciones o a este canal de comunicación usuario/entidad, de hecho mucho antes de la masificación de Internet ya hablábamos de banca electrónica.
Cómo detectar las cláusulas abusivas en los productos bancarios
De hecho la banca electrónica de la era pre internet hacía referencia a otros dispositivos y modelos de comunicación entre los usuarios y los bancos, por ejemplo, la opción del uso de las líneas telefónicas para la realización de operativas (básicamente de consultas) y por supuesto la aparición y masificación de los cajeros automáticos.
La aparición de la banca electrónica como elemento más desarrollado, en el que se incorpore también ya la banca a través de Internet, suele datarse mediada la década de los años 90 del pasado siglo, siendo precursores de su uso entidades financieras norteamericanas. Para, posteriormente, dar el salto al resto del mundo.La banca electrónica tras la llegada de internet
La banca electrónica después de internet
Evidentemente la llegada y masificación de Internet ha contribuido a un cambio radical de los conceptos base de la banca electrónica. Si esta inicialmente en su entrada en nuestro país mediada la década de los 90 del pasado siglo solo servía como medio de consulta y de manera muy limitada, poco a poco los servicios financieros más variados han ido incorporándose de manera progresiva a las herramientas de uso de este modelo de banca.
Hemos de distinguir en cualquier caso diferentes acepciones que se utilizan en este sentido ya que, a pesar de denominar banca electrónica a todo un conjunto de herramientas y posibilidades de conexión entre usuario y entidad, lo cierto es que en los últimos años podríamos distinguir dos grandes grupos dentro de este modelo, por un lado la denominada banca en línea y por otro lado la banca virtual.
La banca en línea
La banca en línea se encuentra ya presente en todas las entidades financieras en mayor o menor medida pero, con una presencia muy amplia que hace que una gran cantidad de usuarios elijan este modelo de relación con su entidad.
En esencia se trata de poder acceder a todos los servicios de la entidad financiera a través de las plataformas en Internet de estas, esto no quiere decir que el usuario no disponga de la opción de acudir a las sucursales, pero, sí que si así lo desea pueda operar de manera totalmente independiente, en cualquier momento y a través de dispositivos diversos siempre que éstos mantengan una conexión a Internet.
Los mecanismos de acceso son sencillos, simplemente a través de plataformas online dotadas a tal efecto, y con una clave y usuario propios, el cliente accede a los servicios en línea de su entidad financiera, pudiendo iniciar cualquier tipo de operativos. Generalmente estas operativas poseen más elementos de seguridad interno, por ejemplo, el uso de claves alfanumérico las determinadas a la hora de confirmar operaciones o similares.
Este modelo de banca en línea se ha convertido ya hoy en día en imprescindible y constituye un volumen operativo muy importante dentro del resultado final de la banca al cabo de los sucesivos ejercicios, de hecho, las entidades financieras apuestan muy seriamente por la mejora constante de sus ofertas de banca en línea.
La banca virtual
Aún dentro de la misma consideración de banca electrónica, cuando hablamos de banca virtual realmente estamos haciéndolo sobre un concepto más moderno y diferenciado. En este caso nos referimos a verdaderas entidades financieras que operan de manera exclusiva a través de la red y cuya presencia física es inexistente o testimonial.
Estos bancos virtuales, generalmente pertenecientes a otros grupos presenciales, han crecido de manera exponencial en los últimos años tanto en presencia como en número de cliente y operativas.
Se trata de un modelo de banca en el que se prioriza la experiencia de uso por parte de los usuarios, potenciando cuestiones como la ausencia de comisiones, las bonificaciones, la contratación rápida y ágil de productos, etcétera.
Si hay que señalar que en los últimos años la aplicación de políticas de eliminación de comisiones también dentro de la banca tradicional ha hecho que la banca en línea gane ciertos enteros ya que a la banca virtual le cuesta marcar diferencias que antes podía hacer de manera más sencilla.
Pros y contras de la banca electrónica
Es evidente que a pesar de su extensión e implantación la banca electrónica genera muchas ventajas y también algunos problemas, vamos a repasar los principales pros y contras de este modelo de relación con la banca.
Pros de la banca electrónica
- La comodidad es uno de los principales pros sin duda, estamos ante un servicio permanente de 24 horas al día los siete días de la semana, sin necesidad de desplazamiento y accesible desde cualquier punto con una simple conexión a Internet, esto sin duda garantiza una comunidad muy superior al desplazamiento a una sucursal y además un modelo de acceso global y de ahorro en tiempo que se añaden como valores a sumar.
- A pesar de haber recortado la distancia en el tema de las comisiones con respecto a las entidades presenciales, lo cierto es que la banca en línea aún puede en algunos casos ofrecer una menor aplicación de comisiones (sobre todo en el caso de la banca virtual) que hace que esto también deba ser tenido en cuenta como una ventaja.
- Por último, y no menos importante, destacaríamos la posibilidad de otorgar mucho mayor protagonismo al cliente a la hora de manejar información, contrastar producto e incluso llegar a elegir sobre bases más claras y con mayor posibilidad de valorar la información, algo sin duda muy interesante.
Desde luego existen más opciones y ventajas que podríamos añadir, pero las anteriores pueden englobar realmente todo el conjunto de ventajas que la banca electrónica puede aportar a un usuario.
Contras de la banca electrónica
En este caso realmente, como veremos, hablamos más de sensaciones dentro del modelo de uso que de realidades ciertas en la mayoría de situaciones.
- La seguridad es sin duda uno de los problemas clave y de los elementos que más rechazo puede causar en el usuario. Si bien es cierto que ha aumentado la percepción de una banca electrónica segura, el miedo a la pérdida de información personal y confidencial sigue muy presente en un amplio volumen de usuarios.
- Sin duda otra de las cuestiones encontrar que pudieran achacarse al uso de la banca electrónica es la de la distancia física en lo presencial con los gestores de las entidades. Si bien es cierto que estamos ante un usuario medio cada vez más preparado, nuestra cultura financiera aún es baja y hace que en muchas ocasiones necesitemos la presencia de gestores cualificados más allá de los contactos a través de la red. Si bien es cierto que esto ha mejorado mucho también en la banca virtual y en línea, aún sigue percibiéndose no del todo claramente por el usuario.
- Por último, y no menos importante debemos tener en cuenta la posible baja penetración en zonas donde aún la llegada de la red sea deficiente o escasa, algo que en otros países no será pero que aún en el nuestro se sigue produciendo.
Podríamos también aquí añadir otras cuestiones como falta de claridad en determinados servicios y herramientas, y a veces exceso de información que puede llevar al usuario a tomar decisiones erróneas o a equivocarse.