El papel del Banco Malo se ha profundizado a causa de la terrible crisis que enfrenta España. Recordemos que el Sareb es una Sociedad Gestora de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria que se constituirá como sociedad anónima y tendrá un tamaño máximo de entre 85.000 a 90.000 millones de euros. Se prevé que el volumen final de activos será menor.
Debemos tener en cuenta que Sareb puede generar pérdidas en los primeros ejercicios de sus 15 años de vida. Si así fuera, la sociedad podrá financiarse con fondos del rescate bancario europeo. En ningún caso, precisan en el ministerio, el banco malo incrementará la deuda pública española.
En la actualidad, el banco malo podrá alquilar sus pisos y demoler promociones. Además de vender inmuebles, el «banco malo», que aglutinará cerca de 89.000 pisos de las entidades en manos del Estado, podrá alquilar estas propiedades, al igual que podrá terminar promociones en curso o decidir demolerlas.
Según figura en el plan de negocio de la sociedad remitido a posibles inversores, y al que ha tenido acceso EFE, sus gestores elegirán en cada momento la mejor opción para lograr la máxima rentabilidad.
Aunque el «banco malo» esté diseñado principalmente para vender a grandes inversores activos inmobiliarios, baraja la opción de alquilar en un primer momento algunas propiedades para evitar malvenderlas en el corto plazo.
Si se destinaran a alquiler social, podrían contribuir a mitigar el drama de miles de familias que pierden su vivienda con la crisis, tal y como ha propuesto Izquierda Unida. Sin embargo el documento no habla de ningún fin social y plantea la opción del alquiler como la salida más rentable para aquellos pisos cuya venta parezca complicada.
Igualmente explica a los posibles inversores que para obtener el mayor rendimiento, algunas viviendas necesitan reformas, mientras que otras sencillamente habría que acabarlas de construir en los primeros años de vida de la sociedad, denominada Sareb. Por eso, el «banco malo» podría promover la finalización de las promociones en curso, ya sea en exclusiva o mediante acuerdos con constructoras, algo que tampoco descarta en algunos terrenos con licencia de obra.
En ambos casos, el «banco malo» calcula que las obras costarán unos 900 euros por metro cuadrado. Por el contrario, si los gestores de la sociedad optan por demoler edificios en obras, el coste estimado será de unos 12 euros por metro cúbico. EFE
Se sabe que de 75 de cada cien 100 euros de activos tóxicos que irán a parar al nuevo vehículo provendrán de tan sólo cuatro entidades:
- Bankia
- CatalunyaCaixa
- Novacaixagalicia (NCG)
- Banco de Valencia.
En el caso de BBVA, la entidad pone en duda su participación en el capital del banco malo. El banco no está dispuesto a exponerse a ningún deterioro significativo de capital para participar en Sareb. Los directivos sostienen que aún es pronto para saber si BBVA participará en el capital de Sareb, el banco malo al que las entidades que reciban ayuda tienen que traspasar sus activos tóxicos del ladrillo.