Para los Banco de España existe la posibilidad de que los préstamos de emergencia sean insignificantes para ellos.
La provisión de liquidez a las entidades por vías distintas a las operaciones ordinarias de política monetaria representa una fracción insignificante del préstamo total del Banco de España al sistema financiero, esto es una realidad que no se puede evadir.
Ahora debemos recordar que la significativa retirada de depósitos de los bancos españoles durante julio, superó los 74.000 millones. Casi tres meses después de que España solicitara un rescate de hasta 100.000 millones de euros para sus bancos los problemas de las entidades españolas se están agravando, añadiendo presión a la intervención por parte del BCE.
El problema puntual es la incapacidad de los bancos españoles para financiarse a través de los medios habituales. Los mercados de capitales permanecen en gran medida cerrados porque los inversores no quieren comprar deuda de los bancos a precios asequibles, mientras los clientes, nerviosos por la situación de las entidades, cada vez más retiran sus depósitos, lo cuál tiene que ver lo fuga de capitales.
Para el Banco de España, el propósito de las supresión de las penalizaciones a los depósitos bancarios de alta remuneración es eliminar la distorsión que pudiera estar sesgando la oferta de productos bancarios hacia instrumentos como los pagarés, que ofrecen al ahorrador una menor protección que los depósitos bancarios.
La medida no está orientada a influir en la capacidad de las entidades para captar recursos líquidos. Como puede comprobarse a través del balance que publica mensualmente el Banco de España, la provisión de liquidez a las entidades financieras por vías distintas a las operaciones ordinarias de política monetaria representa una fracción insignificante del préstamo total del Banco de España al sistema financiero.
El Banco de España ha asegurado que no persigue influi» en la capacidad de las entidades financieras para captar recursos líquidos con la eliminación de las penalizaciones a los depósitos de alta remuneración.
El objetivo es exclusivamente eliminar la distorsión que pudiera estar sesgando la oferta de productos bancarios hacia instrumentos como los pagarés, que ofrecen al ahorrador una menor protección que los depósitos bancarios. Además, garantiza que la provisión de liquidez a las entidades financieras por vías distintas a las operaciones ordinarias de política monetaria representa una fracción insignificante del préstamo total del Banco de España al sistema financiero.
Los bancos parecen estar agotando su capacidad para exprimir liquidez del BCE, convertido en prestamista de último recurso para la mayoría del maltrecho sistema financiero del sur de Europa. La semana pasada el Gobierno ofreció otra medida de alivio al retirar la regulación que limitaba los intereses que los bancos ofrecen en sus depósitos, a lo que las entidades respondieron inmediatamente con intereses superiores al 4% para atraer a los asustadizos clientes y frenar la retirada de depósitos, que en julio registró un récord de más de 74.000 millones.
La situación es crítica, la crisis afecta a todos, y lo único que se desea es poder encontrar la solución optando por la elección más positiva.