Se podría decir que una de las etapas más duras y polémicas en torno al proceso de reestructuración y recapitalización del sector financiero español se cierra, pero no quiere decir que la cosa termine aquí, sino que se ha oficializado la participación del Estado en tres entidades con problemas de solvencia.
Atrás han quedado los resultados de los test de estres a la banca, y los plazos para conseguir inversores, finalmente el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo que depende del Banco de España, ha aportado 7.551 millones de euros del sector público a la recapitalización de las cajas de ahorros.
Por lo tanto, el Estado pasa a tomar las riendas del:
- 93% del capital de Novacaixagalicia (NCG)
- 90% de CatalunyaCaixa
- 100% de Unnim
Esto deja en evidencia que nadie en el sector privado quería comprarlas. Pero mientras el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez intentaba dejar en claro que estos 7.500 millones de euros no agotan los recursos del FROB y que los españoles recuperarán este dinero, «a no ser que se registren pérdidas», lo cierto es que comienza un nuevo capitulo para el sistema financiero español, que necesito de mayor control y menos juerga.
Sin embargo, esta aportación estatal deja algunas cifras al desnudo, el FROB se queda con más del 90% del capital de NCG, CatalunyaCaixa y Unnim tras establecer valoraciones que arrojan un descuento del 88% del valor en libros del banco gallego, del 91% en el segundo caso, y que otorgan un valor nulo a Unnim. Para quienes no comprenden la delicada situación de estas entidades, en el caso de Unnim, el Estado ha pagado un euro de manera simbólica.
Pero la cosa no termina aquí, la legislación contempla que el Estado podrá permanecer en su capital durante un plazo de un año con la posibilidad de recompra por parte de la propia entidad o de quien designe ésta, por lo tanto ingresamos en una segunda etapa que deberá arrojar frutos dulces, porque para amargos, hemos tenido bastante hasta el momento.
Mientras estas tres entidades cuentan con una nueva realidad, otras dos aguardan por su futuro más próximo, es el caso de Banco Mare Nostrum (BMN) y Liberbank que gozan de un aplazamiento de 25 días para ultimar la entrada de inversores privados en su capital con el fin de cumplir con los requisitos de solvencia. Por lo tanto, en caso de no conseguir nuevos dueños privados, el FROB entrará en ellos.
El caso de la CAM
En medio de esta reestructuración, uno de los casos más escandalosos en los usuarios de bancos y cajas de ahorro es la situación de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que desde finales de julio ha sido intervenida por el Banco de España.
Mientras espera también por compradores (suenan Caixabank, Santander y BBVA entre otros), la CAM cuenta con con un respaldo del FROB de 2.800 millones de euros, y en proceso de adjudicación y su anterior administración fue catalogada como «escandalosa».
En concreto, el estado español lleva aportados unos 7.551 millones de euros en recapitalización del sector financiero, y si a esto le sumamos los 5.838 millones de euros de capital privado, suma un total de 13.389 millones de euros destinados al sector y supone una reducción respecto a los 15.152 millones de euros calculados inicialmente, ya que la salida a Bolsa de Bankia y Banca Cívica ha permitido reducir las necesidades de capital.
Si a esto le sumamos que el sector de las cajas de ahorros, ha pasado de 45 a 15 entidades, debemos concluir que la bomba estuvo siempre activada, sólo que en los últimos años, la mecha se había acortado mucho más rápido.
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